La Laguna del Arquillo
La Laguna domina el paisaje, desde donde se puede disfrutar de sus apacibles aguas, cuyo color va cambiando de blanquecino a azul conforme transcurre el día.
La vegetación que coloniza la Laguna posee un elevado interés botánico, tanto de la vegetación acuática como de la marginal. Las espigas de agua y los nenúfares flotando en la lámina de agua añaden belleza al complejo natural de la Laguna y a su vez alojamiento a la Ranita de San Antonio y el Galápago Leproso. Las gramíneas y las praderas juncales rodean sus márgenes, todo esto hace que sea ideal practicar la pesca o la natación y, cómo no, degustar una estupenda merienda.
Los más ancianos del lugar decían que ésta era una laguna sin fondo.
Su agua es de gran calidad.